miércoles, 26 de diciembre de 2007

SOFIA OPORTOT


Actriz y compositora en CHUECA


Conocí a Sofía el año 1997, poco después de eso empezamos a trabajar juntas en el grupo de anti-performance Canción de Amor Desea Verle. Ahí desarrollamos un show de alto impacto con canciones y coreografías que desafiaban cualquier formato convencional de espectáculo. Junto con Aurora Muñoz (directora de Arte de Chueca), Francisca Villela y Marjorie Ibaceta realizamos diversas presentaciones, en el cabaret Tap Room, en la Cúpula, en el Festival la Acida Critica, entre otros. El grupo terminó en el año 2001 y cada cual continuó su camino.

Sofía formó parte del Distinguido Cuerpo de Baile Maniquí del programaPanoramix junto con Giovanni Gellona (http://www.youtube.com/watch?v=XpreBeOZt2E) , luego formó su banda pop Lulú Jam (http://www.lulujam.cl/blog/) y poco después comnezó el proyecto Quierostar junto a Raúl Durán (productor musical de Chueca) y Arturo Sarai (http://www.myspace.com/quierostar).

Es protagonista de la película Las Niñas de Rodrigo Marín y actuó este año en la obra ¿Dónde está la Kate Moss? de Diego Muñiz.

En Chueca, interpreta el papel de Nene, un gatito abandonado y además compuso todas las canciones de la obra junto conmigo.

El fin de semana pasado, en una fiesta travesti, bailabamos entusiasmadas cuando por accidente su frente chocó con mis dientes. Ahora ella lleva 10 puntos sobre su ceja y yo, tengo un diente roto. Aún así nuestro trabajo en Chueca es hermoso.

jueves, 20 de diciembre de 2007

COMENTARIO ZONA DE CONTACTO



CHUECA:


En esta obra hay cuatro personajes sacados de miles de lugares que no hacen ninguno. Que por discriminación y represión, no han podido estar tranquilos consigo mismos ni mucho menos con el resto.Ana quiere usar buzos y patear pelotas en vez de cruzarse de piernas y pestañarle a los hombres. Su hermano Bro quiere reconocerse como un papá sensible pero apenas sabe como darle comida a su gato "Nene" sin perder la paciencia. Wise está cansado de vivir a cuesta de la adicción de otros pero no puede dejar de vender drogas, y Flash quiere ser una persona honesta pero no es capaz de decir en voz alta quién es realmente.Mientras tanto, el gato mira desde una ventana: es el mejor terapeuta del grupo y se las sabe todas, pero no puede explicarse a punta de miaus.Las cuatro historias se conversan en la rutina diaria, soltando de vez en cuando una frase para reconocerse en el otro, a ver si alguien se ríe del chiste y devuelve una mirada cómplice. Conversaciones dulces, a ratos absurdas y algo irónicas, pero siempre con sonido a canción pop, de esas que te suenan familiares aunque sea la primera vez que las escuchas.
Chueca es una obra montada sutilmente, sin esas explicaciones rebuscadas que suenan importantes pero que finalmente no dicen mucho. Acá hay palabras cotidianas, colores de cuento y pausas
musicales. Simplemente una historia de cuatro personajes (y un gato), que desde la primera vez que aparecen te caen bien porque son sencillos y no vienen con una lección que darte aprendida de memoria.Acá los personajes tienen una fragilidad que inevitablemente conmueve, personas que desde el mismo momento en que tuvieron conciencia de lo que querían ser, no pertenecen a ningún lugar ni conectan con nadie. Nada más- y mucho más- que un grupo de personas esperando a alguien que quiera escuchar su historia, para al final descubrir que a lo mejor uno es de todas y ninguna parte, y que el aroma a casa puede estar en la ropa de otro.

Zona de Contacto, El Mercurio
3 de Octubre, 2007
Por Isidora Ortiz


lunes, 17 de diciembre de 2007

ENTREVISTA A JAVIER RIVEROS Y AMELIA BANDE


Son las 12 de la tarde, estoy en Ernesto Pinto Lagarrigue 131 y vengo a ver la obra Chueca en la Sala Sidarte. Entro y me encuentro con Javier Riveros, quien nos recibe con sobria afabilidad. Luego llega Amelia Bande, la dramaturga “pues ella además es la encargada de la música”, dice Javier. Entonces me preparo concentradamente en una sala pequeña.

Amelia, para comenzar, ¿cómo nace esta obra?

A: La obra la empiezo a escribir cuando volví a Chile, después de vivir 4 años en Estados Unidos. Yo creo que tuvo que ver con volver a estar en contacto con el idioma español. Los diálogos salían de cosas que escuchaba o veía, y así se fue armando la historia. Empecé a pensar y a escribir fragmentos de personajes que hablaban, aunque los lugares no estaban tan determinados, eran sólo cosas que se decían… y así se empezaron a formar relaciones entre ellos y finalmente una historia.

¿Nace de una necesidad de expresarte o como una denuncia?

A: Sí, hay una necesidad de expresarse. Tiene que ver con hacer visibles realidades que son forzadas a vivir a un margen, a no existir y esconderse. En Chueca, casi todas las interacciones humanas ocurren en la intemperie, no hay hogar ni protección, se juntan en una plaza, en un paradero. Así Flash, el personaje de la mujer que parece hombre, vive en el miedo constante de que la persona equivocada descubra su transgresión. Hay un sólo personaje que tiene un “hogar”: es un hombre que ha sido abandonado por su mujer porque acaban de perder el hijo que esperaban. Se queda solo y sufre, empieza a creer que su gato es el hijo que perdieron y lo trata como hijo, pero en ese intento se vuelve violento, lo trata mal. Eso también habla de cómo las cosas más terribles ocurren entre cuatro paredes y nadie se entera.
J: Chueca, a grandes rasgos, es una obra que responde a un estilo de trabajo sencillo y delicado. Es un montaje de teatro que se vale del teatro, de la representación en sus estados más simples e ingenuos para resaltar una emoción.

Temas como la soledad, la homosexualidad, la adicción son temas recurrentes ¿por qué visitar esos lugares comunes?

A: Los temas son universales y se pueden tratar e interpretar de infinitas maneras. Se puede caer en estereotipos, pero creo que siempre hay nuevas maneras de hablar de las cosas. Es decir, en Chueca vemos el tema del lesbianismo o lo transgénero, pero el verdadero asunto que se trata es la búsqueda de identidad, la creación de espacios donde poder ser uno mismo, las consecuencias de la violencia, los padecimientos de la soledad y eso es algo con lo que cualquiera puede sentirse identificado.
J: Sí, en Chueca cada uno de estos temas se presentan a través de las sicologías de sus personajes, que apelan a un tipo de sensibilidad y ternura… que a mí me parece, instala una nueva mirada sobre la vida, hablando de una juventud que atraviesa por los típicos problemas del ser humano, pero que los enfrenta de una manera nueva, más amable y menos fatalista.

Por otro lado, tu lenguaje a ratos parece literario, hilado correctamente, con chispas de ingenio. ¿Qué autores han influenciado su obra?

A: Es verdad siempre me he sentido atraída por la literatura simple, en el sentido que entendemos de lo que se está hablando. No me atraen los textos rebuscados. Me encantan las novelas que puedo leer rápidamente sin pausa. Mi escritura se ve influenciada por muchos autores que practican esto de alguna u otra forma. La mayoría son autores norteamericanos. El inglés de Estados Unidos es un idioma ideal para decir mucho con pocas palabras, se adapta y es muy fluido. Me gustan las novelas de David Leavit, las de Dennis Cooper, las de Kathy Acker, T Cooper, Joyce Carol Oates, Banana Yoshimoto, Nick Hornby. También leo y me gusta mucho la poesía. Y me encantan las entrevistas. Leer entrevistas es una forma que me ayuda mucho a escribir teatro porque contienen -si no están tontamente editadas- la manera autentica de hablar de una persona.

¿Crees que la puesta en escena, la dirección, logra potenciar los textos?

A: Sí, sin duda. El trabajo en Chueca ha sido particular, porque yo, que escribí la obra, también he sido asistente de dirección y productora. Con Javier trabajamos muy cerca y los dos -junto con el resto del equipo- hemos estado muy comprometidos con el texto, con lo que proponía y sus posibilidades. Quisimos proponer un estilo, una estética, basada en la simpleza y economía de recursos, y creo que el resultado es bello.
J: Para mi significó enfrentarme a una inmensa responsabilidad artística, a un grupo de actores y diseñadores con los que hay establecer lazos de respeto y generar una pequeña comunidad unida por una sensibilidad especial. Lograr eso fue mi mayor desafío. Luego está la idea de noción global de la obra, que hay desarrollar y ver con distancia total, para luego fragmentarlo y revisar los detalles, corregir, etc.
A: Yo a Javier lo admiro mucho. Cuando empezamos con los ensayos me sorprendían las cosas que se le ocurrían y su modo amable y detallista de dar ideas. Desde un principio teníamos claro el tipo de trabajo que queríamos hacer. Eso fue muy bueno porque después tienes una especie de guía o decálogo al cual acudir en caso de problemas o al tener que tomar decisiones.

¿Qué significa el sarcasmo o ironía en Chueca?

A: Significa una manera de poder reírse de uno mismo para poder triunfar (se ríe). La ironía, el humor, es algo con lo que me comprometo profundamente en Chueca y en todos los aspectos de mi vida. Permite un aire de respiro, de poder ver nuestros problemas con distancia. Como en Chueca, Ana y Flash, se relacionan a través del humor para reirse de las situaciones que viven e inventar juegos al respecto y lo lindo es que eso ocurre a pesar de la profunda soledad o depresión que puedan sentir. Esto se ve en el montaje a través de las canciones. Los musicales tienen esa forma media ridícula de transformar una escena muy intima y profunda en una celebración.

Me interesa saber cómo sen han sentido al ver en escena Chueca…

A: Me he sentido feliz. Esta obra quedó seleccionada el año pasado para la Muestra de Dramaturgia y se hizo un festival donde se montaban las obras. Y fue terrible porque el montaje que hicieron de Chueca la destruyó, no se entendió de lo que hablábamos antes del sarcasmo y se trató el tema de lo gay de una forma muy deprimente. Poder ahora hacerla de nuevo, trabajar con Javier, tener la posibilidad de trabajar con los actores ha sido muy gratificante. Porque crear equipos de trabajo que funcionen a nivel de resultados, pero también de las relaciones humanas, del respeto, la inteligencia, el compromiso, no se da todos los días y es hermoso que ocurra.

Por Oscar Saavedra
indie.cl 18 de octubre, 2007.

VUELVE CHUECA


SENSACIÓN DE VERANO

Chueca
de Amelia Bande

Dirigida por Javier Riveros

Con:
María Paz Grandjean
Rafael Contreras
Sofía Oportot
Melina Cortés
Alejandro Torres

Sala Sidarte - Ernesto Pinto Lagarrigue 131

DEL 4 AL 13 DE ENERO
TODOS LOS DÍAS
A LAS 11PM